Tecnología del sistema de escape
El sistema de escape del vehículo cumple la función de eliminar las emisiones. Existen otras dos funciones importantes: atenuar los ruidos de la combustión y asegurar que el vehículo circule con la mayor eficiencia de consumo posible.
Por lo tanto, un tubo de escape debe ser cuidadosamente diseñado para alejar los gases tóxicos y nocivos de los usuarios del vehículo.
El sistema de escape consiste en una serie de cámaras y tubos que empiezan en el motor y acaban en la parte de atrás del coche con el tubo de cola. Partes:
Colector del escape: El colector está a la vanguardia del sistema de escape, pegado al motor.
Sensor de oxígeno: localizado cerca del colector.
Tubos de escape: estos tubos transportan los gases de combustión a través de todo el sistema.
Convertidor catalítico: esta importante pieza viene detrás del colector y sirve para convertir los gases nocivos como el monóxido de carbono y el hidrocarburo, en dióxido de carbono y vapor de agua; haciendo que dichas emisiones sean menos dañinas para el medioambiente.
Silenciador: el silenciador funciona atenuando los ruidos que tienen lugar a lo largo de todo el recorrido del sistema de escape durante el proceso de la combustión. Consiste en una caja metálica que contiene una serie de tubos llamados deflectores –algunos perforados- a través de los cuales viajan las ondas, perdiendo fuerza a lo largo del recorrido, siendo por tanto menos ruidosas.
Las piezas de DESALU se sitúan aquí
La industria del automóvil está incorporando sistemáticamente los avances tecnológicos óptimos para el medioambiente. Los fabricantes de sistemas de escape, conscientes de este reto, adaptan y rediseñan cada pieza a cada modelo y a sus distintos usos, siguiendo esta tendencia ecológica de la industria. El objetivo último es cumplir los requisitos de restricción de emisiones presentes en la normativa de cada país..
Desalu ofrece productos a la carta, de la zona fría del sistema de emisión, para cada cliente.